En principio, beneficia a todos aquellos que tienen
dólares sin declarar ya que a partir de ahora podrán usarlos en compras de
bienes y operaciones financieras sin justificar el origen de los fondos. Una
persona que saca dinero de su caja fuerte y los ingresa al banco ahora
afrontará menos regulaciones y costos. Lo mismo quienes ingresen fondos
desde el exterior.
Sin embargo, por los nuevos umbrales establecidos para
informar el origen del patrimonio -que son menores para las personas
jurídicas-, los
principales beneficiados son ahorristas como empleados en relación de
dependencia, trabajadores autónomos, emprendedores y pymes. A
diferencia de los grandes contribuyentes, los que mueven pequeñas sumas
pasarán debajo del radar.